domingo, 1 de diciembre de 2019

Palabras para Julio







Una vez más me visto de noviembre, con esa luz especial de este mes de color gris que a veces me obsequia con un sol espléndido. Y este año lo espero, además, con ansiedad por ese regalo que me trae: esa nueva vida que ya se acerca…

En las redes sociales Leonard Cohen nos hace un guiño con su voz subtitulada

La luz no tardará en llegar y, mientras tanto, noviembre se vuelve aciago en esta tarde de sábado. Yo creí que me traería solo vida… La voz ausente de Leonard Cohen sigue llenando las redes. Los poetas lamentan, lloran su despedida, comparten sus canciones. Yo busco su voz acompañada de imágenes y subtítulos: «El amor mismo se fue…», leo y escucho.

Mis pensamientos divagan: 
Noviembre gris, a veces con la calidez tardía de un sol perezoso.
Yo te espero noviembre con la vida nueva entre los ocres llegando a mi encuentro.

Te ansío, pero una ráfaga de viento helado se introduce como una intrusa por toda mi casa, obligándome a cerrar puertas y ventanas.

Hoy es sábado, y este sábado se torna triste, con esa clase de tristeza que nos envuelve cuando el otoño se lleva algo a destiempo.

Hace solo unas horas, dos besos sonoros en mitad de su rostro silencioso a la espera de un adiós definitivo.

Quise acompañar esos, mis dos besos, con un gran abrazo, de esos muy apretaditos.

No pudo ser. Su cuerpo, tendido, arropado bajo las mantas, lo impidió.

No fue él quien rechazó mi abrazo sino la mordaza del cuerpo ya sin fuerzas. No podía mover ni los párpados. ¿Acaso me oía? Me hubiera gustado tanto que percibiera mi presencia y mi voz…

Al fin solo pudo ser eso: dos besos desde el cariño más profundo, llegados con el tiempo justo antes de la partida.

Con eso me quedo, eso me guardo. Pero también conservo el recuerdo de otros noviembres lejanos. Tan lejanos como el lugar por el que ahora, desde hace apenas dos horas, transita.

Nos quedó un café pendiente y una charla en torno al viejo patio con suelo de cemento y carbureros colgados en sus desniveladas paredes encaladas.

Sí, hoy es un sábado muy triste. A través de los auriculares escucho la voz subtitulada de otra despedida que poco me afecta.

Es un sábado de noviembre que me incita al poema, al verso triste de una nueva elegía.


Apuntes de un mes de noviembre que quedaron traspapelados por algún lugar

Fotografía: IME



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