sábado, 11 de febrero de 2017
Complicidad
Y volveré a soñar que se sale el mar,
que me persigue
inundando dunas,
cubriendo con lentitud
la superficie asfaltada
a lo largo del paseo,
adentrándose en las avenidas
mientras duerme la ciudad.
Volveré a soñarlo en lento tsunami,
pero no ahora...
ahora toca el sosiego
cuando siento tu piel cálida y suave,
tu piel que busca acomodo
entre los pliegues de mi piel tosca,
mientras fijas tu mirada nueva
sobre mi voz que te susurra bajito
cuando el sueño llega a tus ojos
y me regala la magia...
Ambos nos convertimos en un bello poema,
somos dos versos libres:
tú, durmiendo en mi regazo
yo, observando tu sueño
¿Y el mar?...
el mar, tras las lomas
esperando el momento de venir en la noche
dejando atrás las dunas sumergidas,
cubriendo asfaltos en ambas avenidas
para meterse en mi lecho y en mi sueño,
como siempre, desde hace muchos,
muchos años.
-Poemas de puertas adentro- (LEH.8217)
Ilustración: RME
domingo, 5 de febrero de 2017
Las Águedas
Hoy 5 de febrero Santa Águeda y las mujeres son protagonistas en muchas localidades de nuestro país.
Cuenta la leyenda que la santa sufrió martirio por negarse a los deseos
sexuales del procónsul de Sicilia. Fue hace muchos años, en el siglo III,
cuando eran los cristianos quienes padecían las persecuciones y no los herejes,
científicos y demás ciudadanos desafectos a la cruz portada por el inquisidor
de turno.
Se dice que, en venganza, el procónsul envió a la santa a un lupanar
donde milagrosamente conservó su virginidad, y que esto lo encolerizó tanto que
ordenó que la sometieran a tortura y le cortaran los senos.
Santa Águeda está considerada protectora de las mujeres, es la patrona de muchos municipios españoles y también de
las enfermeras. A ella se recurre para aliviar o curar las enfermedades de los
pechos y los problemas relacionados con la lactancia.
En el seno de la comunidad aragonesa este también es un día especial y el Centro Aragonés de Puerto de Sagunto se ha sumado, un año más, a
la jornada festiva. Desde primera hora
de la mañana las mujeres del Centro se han dado cita en su sede, donde han
comenzado con un buen desayuno a base de chocolate y churros. Más tarde ha
llegado el traspaso de bandas y pregón, en el que ambas presidentes de Santa
Águeda, entrante y saliente, han dirigido unas palabras a sus compañeras en
referencia a la vida y milagros de la santa, así como a la situación por la
que, a día de hoy, siguen pasando muchas mujeres víctimas de malos tratos a
manos de sus parejas. En apoyo a estas mujeres y en recuerdo de la última víctima por violencia de género, el discurso ha finalizado con un minuto
de silencio.
Baile y comida han ocupado gran parte de la mañana, pero quizá la joya de
la corona de estas actividades ha sido, en mi opinión, el karaoke de la
sobremesa. Podría enumerar cada una de las actuaciones, pero me temo que me extendería mucho en mi crónica. Ha habido alegría, compañerismo y en no pocos casos, un
«buen hacer» artístico por parte de varias de las mujeres, como han sido la
magnífica interpretación de Dreamed a
dream, de «Les miss Hathaway» por parte de Iris, o La Boeheme, interpretada por la amiga Ángela en su querida
lengua gala.
Como cierre de actividades y previamente a la clausura de la jornada, el
grupo «Tertulia Poética Puerto», invitado por las Águedas ha colaborado con la lectura de Los Cuentos, texto de Ángela
Navarrete en el que se hace referencia en tono jocoso a los tradicionales
cuentos infantiles.
Esta ha sido la primera vez que he asistido a Las Águedas del Centro
Aragonés de mi localidad, y debo decir que lo he pasado muy bien, en un ambiente muy
entrañable. He disfrutado con cada una de las actividades y me llevo un grato
recuerdo de Mayte, la animadora del baile, así como de Marta, su niña, partícipe en
todo momento de cada uno de los actos. He podido comprobar también la complicidad
sobre el escenario, durante los karaokes, entre las diferentes generaciones de
mujeres de una misma familia: madre, abuela y nieta; madre e hija; amigas y compañeras dentro y fuera del círculo
aragonés... micrófono en mano, unidas y, a ratos, abrazadas cantando, bailando y
riendo. Ha sido bonito de verdad.
Por mi parte, y para finalizar esta jornada especial, me he permitido el
placer de saborear, tras una ligerísima cena, la que ha sido mi primera Tetica de la santa, el dulce de nata y
chocolate coronado con una guinda a modo de pezón, tradicional en este día de
la mujer aragonesa, día de Las Águedas.