Después de casi treinta años, aquellas primeras historias mecanografíadas a doble espacio en mi querida -y ahora puesta a buen recaudo, junto con otros tesoros- máquina de escribir, salen a la luz de la mano de Alacena Roja Ed.
Fueron historias imaginadas en un pequeño rinconcito de la sala, cuando mis hijos se iban a dormir horas antes de que lo hiciera yo, las noticias en los informativos eran contadas por rostros diferentes a los de hoy, y había personas a mi alrededor con las que ahora solamente converso en sueños o a través del verso.
Ha sido muy gratificante volver a encontrarme con estas historias y sus protagonistas. He sonreído a la niña que llora y a aquella cuyas trenzas perdió en el cruce de caminos; he compartido la rabia con Miguel y me he sentido envuelta en una espiral sin salida. De nuevo he parloteado con el Pato Doctorado echándole en cara su falta de cordura y, en fin..., de alguna manera, me he paseado por aquellos momentos en la intimidad de mi casa de la calle Alcalá Galiano en Puerto Sagunto, donde el duelo y la incertidumbre hicieron de las letras una vía de escape que con el tiempo se convertiría en una firme aliada.
En el enlace de arriba encontraréis toda la información con respecto a la forma de adquirir, si es vuestro deseo, estas historias recopiladas en un solo volumen.
LEH.
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