Hace apenas unos días tuve el placer de conversar por la red
con David Morello Castell. Me regaló una cita para una imagen y abrió la puerta
a la entrada anterior de este blog. Si yo aporté mi imagen a la conversación
mantenida, él aportó una noticia muy satisfactoria, tanto para sí mismo como
para sus amigos: «Su último trabajo poético publicado REQUIEM POR UN HOMBRE CUALQUIERA, Ed. Vitruvio (2013) , acababa de quedar —según la
Asociación Madrileña de Escritores y Críticos Literarios— entre los seis
finalistas al Premio de la Crítica de Madrid al mejor libro de Poesía del año
2013.
A medida que iba leyendo esa comunicación, acudieron a mi
memoria los versos a pie de hoguera; la silla de anea sobre la que David, acompañado
por la guitarra, da libertad al duende flamenco que lleva dentro; la
camaradería alrededor de un tradicional guiso de caracoles, quién sabe si,
alguna vez, saboreado bajo una frondosa
parra y regado con un humilde vino
servido en porrón…
Lamenté no haber podido asistir a ninguno de los actos
flamencos, en los que él mismo recita sus versos con sentimiento profundo y voz
entrecortada, y me dirigí hacia el estante poético de mi librería para encontrar,
entre los libros de amigos, su particular «Requiem». Lo tengo en este mismo
momento entre mis manos, delante del ordenador. Leo desorganizadamente los versos
que lo componen. Su Libro Cuarto
primero, y demoro mi lectura en sus «Acordes sin nota» deteniéndome en aquellos
novios que vuelven abrigados del cine, que cobijan entre sorbos sus palabras, donde
tan solo hay una televisión en cada casa,
donde no hay ni tan siquiera hambre.
Sigo caminando páginas y no puedo evitar dedicar una mirada
especial a este bello poema que David tituló «Herencia» Los olivos son hombres que no mueren […] Los olivos son/la savia de los
mejores hombres muertos.
Caminando de puntillas sobre los versos que componen este Réquiem por un hombre cualquiera,
alcanzo la primera de sus páginas. Esa en la que me encuentro con la
dedicatoria a mí dirigida; en la que me habla, con tinta negra y trazo poeta,
del deseo de los propios pasos, del propio latido…
Gracias, Patricia Pérez, por haber puesto en mi camino esta
pequeña gran obra.
Pincha
aquí para leer la reseña:
Me alegra que hayas llegado hasta los versos de David Morello, uno de los poetas más portentosos de nuestra época, con esa pasión que lo caracteriza. He vuelto a poner la grabación del evento Tres Tenores de la Poesía para que se pueda oír cuando se quiera. Es la maravilla de la tecnología, que podemos acercarnos y participar de lo que está lejos. Así que puedes oír a Morello recitar y cantar cuando quieras.
ResponderEliminarUn abrazo enorme, Lola.
Gracias, Patry elballetdelaspalabras.
ResponderEliminarBuscaré ese momento especial para escuchar a estos tres tenores, y no tengo la menor duda de que sera un momento relajado, mágico y de esos que gusta compartir.
Pues me habéis emocionado, Lola, Patry.
ResponderEliminarExageradas sois, madre!