Mi madre decía
que yo era una
niña mala,
más que
mis hermanos.
Cuando hacía
algo mal
me recriminaba.
Yo no entendía de maldades
ni de bondades.
«El Señor te
ve», decía.
Y solo me veía a mí.
A mis hermanos no.
Entonces
comencé
a temer a ese señor
y me hice buena.
Hoy sigo
siendo buena
y ya no le temo...
Ahora temo a
otros señores
cuando, en la noche,
regreso sola a casa.
De. Los cuadernos de Uba
Fotografía: Ismael Murria
De. Los cuadernos de Uba
Fotografía: Ismael Murria
Con poquitas palabras expresaste mucho.
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