Las ventanas
cerradas tras las rejas de hierro...
El auto pretérito,
aquel que no conoció del airbag más que la magia.
El asfalto ausente...
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Y el mar, convertido en plata bajo el sol difuso... |
... haciendo un guiño a la calle desierta y empedrada... |
... a la ruina que un día albergó experiencias de amores y dramas, de risas y llantos. |
Y de nuevo el mar
plateado en el ocaso,
sereno como una mirada anciana
abraza con sus susurros las primeras casas.
Y ese mismo mar combinando el aroma argentífero de sus aguas con los colores dorados al alba |
El Mar...
... Dorado y en calma.
Reportaje fotográfico de Débora Tráchter en Colonia (Uruguay)
Eran los días en que intercambiábamos imágenes y versos.
Los días del principio de nuestra amistad, abonada con el arte, la poesía y una ausencia.
Gracias Loliiiiiiiiiiiiiiiiiii
ResponderEliminarReleyendo ésto sigo diciendo que sos mágnífica!!!!!!
Gracias a ti, Débora, por tantos buenos regalos que me has hecho. Todos ellos han supuesto momentos de atención y un aliciente para mi propia creatividad; también, cómo no, han dado origen a nuestras largas tertulias, vía chat.
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