jueves, 23 de abril de 2020

Los amigos cuentan... RUTH SICILIA TORRES





Hoy, 23 de abril es un día especial para quienes disfrutamos escribiendo historias. Unas veces nos decantamos por inventar esas historias, luego les damos forma y, si podemos, las publicamos. Otras, escribimos a modo de novela, nuestras propias experiencias. Este es el caso de Ruth, quien se sirvió de las letras para contar su historia: MI IMPENETRABLE SONRISA.

Yo la conocí a raíz de la publicación de su libro. Desde entonces somos amigas. Y es a ella a quién he dirigido hoy mis preguntas sobre cómo afronta este tiempo de confinamiento.

¿Llevas confinada desde el primer día?

Como madre de dos hijas, una de ellas con una discapacidad del 77%, el 13 de marzo comenzó nuestro confinamiento. Como normalmente hago una compra grande semanal, y la había hecho el miércoles anterior, el día 13 solamente salí para ir a la farmacia a comprar alcohol y mascarillas, y aproveché para cambiar una batidora que se me había estropeado y que la necesito para preparar algunas comidas de mi hija.

¿Trazaste alguna ruta de tareas para los días que se avecinaban o eres de las que improvisan sobre la marcha?

No hice ninguna ruta en especial. Día a día vemos si hace falta algo, hacemos listas y solo sale mi marido de casa a hacer los recados pertinentes los días que sea estrictamente necesario. Cada día improviso todo, hasta lo que vamos a comer. En estos momentos de ansiedad lo que menos necesito es una obligación impuesta por mí para seguir ningún tipo de rutinas.

Tú eres una persona involucrada, no te gusta mantenerte al margen. ¿Sigues las noticias? ¿Por qué vías?

Un par de veces al día vemos noticias. A mí me gusta verlas en el canal 24 Horas, donde suelen salir comparecencias en directo. Me he dado cuenta que luego tanto en redes como en imágenes de las mismas se tergiversa la información, recortan entrevistas y hasta ponen frases que sacadas de contexto cambian mucho la información que daban en directo.

¿Cómo son ahora tus días?

Intentamos levantarnos pronto. Entre semana la niña pequeña tiene clases online y la niña especial va detrás de nosotros. Con ella improvisamos alguna actividad para que haga algo similar al colegio. Mientras tanto vamos poniendo lavadoras, recogiendo, limpiando, preparando la comida… Hasta la hora de comer no paramos. Una vez hemos comido intentamos que la niña mayor, que por su discapacidad toma medicamentos muy fuertes, duerma la siesta. Nosotros aprovechamos para elegir una película de Netflix y verla con la niña pequeña que tiene siete años. Por la tarde preparamos alguna merienda entre todos. Mi hija pequeña ha cogido afición a la cocina y a veces grabo sus recetas y las cuelgo en un canal que se ha abierto en Youtube. Jugamos a algo todos juntos: guerra de cojines, hacer payasadas… Y también hacemos videollamadas con amigos y familiares. Todo eso hasta las ocho de la tarde que salimos a aplaudir. Ese es un momento muy bonito en el que ves que hay vida fuera de tu casa. Después preparamos la cena, pero a veces cenamos más tarde porque en ese tiempo hacemos bailes, ponemos música, pintamos… Un poco lo que más apetezca. Luego toca un rato de televisión hasta que las niñas se quieren ir a dormir. Y ya, cuando se han dormido, mi marido y yo solemos ver alguna película que nos guste a nosotros, ya que pasamos todo el año sin tiempo para ver la tele.

¿Te vienes abajo en algún momento del día?

Me vengo abajo mil veces al día. A veces cuando hablo con mis padres, otras cuando durante los aplausos mandan besos a mi hija, también si mis hijas se pelean o las siento tristes. Pero también me levanto enseguida e intento animar la situación.

Con todo este trajín de las niñas imagino que no tendrás mucho tiempo para leer o escribir. Cuando empezó todo esto ¿estabas trabajando en algo nuevo? ¿Sacas algún rato para escribir sobre lo que está ocurriendo?

Soy una persona muy positiva, doy muchas vueltas en mi cabeza a lo que quiero escribir. De hecho, estoy escribiendo un libro sobre ser una familia con una hija especial. Pero estos días sin intimidad, siempre rodeada de mi familia me cuesta mucho centrarme y tener un rato de silencio sin interrupciones para poder escribir. Sí que quiero introducir en mi libro de Francina cómo ha sido para ella por su condición y para nosotros como padres, este confinamiento, esta situación.

*

No tengo la menor duda de que esta situación está resultando muy complicada para muchas personas, cuanto más, para familias que, como la de Ruth, comparten su confinamiento con aquellas que precisan de una especial atención.

Muchas gracias, Ruth por atender a mis preguntas. Me consta que no andas sobrada de tiempo. Ha sido un placer leerte.




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