Esas miradas, esos gestos…
Esas miradas tuyas, mías,
esos gestos que solo yo conozco.
Ese mirar tuyo cuando piensas en mí…
Esa mirada húmeda que aprisiona una
lágrima rebelde
si observas en mí el menor de los
peligros.
Ese mirar tuyo que solo yo descifro,
que solo a mí me pertenece…
y se derrite mi voz bajo esa mirada
tuya,
mía…
Del poemario: Espontáneos
Ilustración: Blas Estal
Preciosa complicidad.
ResponderEliminarGracias, Yolanda.
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