La tierra rojiza se adhiere a la suela de las botas con punta de hierro. El estruendo de la escoria al chocar contra las aguas del puerto despierta a los hijos de los hombres de azul.
No huele a azahares en el parque de carbones... Como las manos que me mecen solamente huele a hierro.
-Un pequeño tributo a mi tierra y a mi cielo-
Imagen, gentileza de fcvsagunto.wordpress.com/2015/07/22/la
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