A veces la nostalgia me da fuertes dentelladas. Yo las resisto contemplando la paz que al otro lado de la ventana me saluda cada mañana. Los árboles se me muestran desnudos y la goma espuma del suelo del parque infantil amanece con un fino lienzo de hielo desde hace varios días.
A lo lejos adivino mi Puerto, con sus largas avenidas, sus gentes y sus bulevares. Conozco los rostros de las gentes que caminan deprisa a sus quehaceres, las entradas del colegio Mediterráneo a estas horas primeras de unos días tan fríos como inciertos; los gestos de los niños y niñas tan de siempre, como si las circunstancias no les afectaran.
Es ahí, a las puertas de ese colegio, donde la dentellada penetra con más fuerza...Y descorro los visillos para contemplar de nuevo las ramas desnudas del árbol, y el suelo helado del parque, a través de la ventana.
Imagen: Plaza Picasso (Antigua plaza Victoria) - Puerto de Sagunto
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